A pesar de haber estado gobernado por una dictadura militar desde 1964, Myanmar, o Birmania, va poco a poco abriéndose al resto del mundo, viajeros y turistas incluidos. A día de hoy el aislamiento en lo turístico y en lo social sigue siendo notable, por lo que se convierte en un destino muy atractivo para aquellos viajeros que busquen algo diferente, alejado de los complejos hoteleros de lujo y la explotación turística.
A lo largo de su historia ha estado ocupado por portugueses, británicos y japoneses, y desde su independencia en 1948 las guerras civiles han sido una constante en el panorama socio-político del país. Todo ello, sumado a las muchas etnias que habitan el territorio, se convierte en el caldo de cultivo de un país con una riqueza cultural fascinante, donde las curiosidades no pasan desapercibidas. A continuación te contamos algunas 😉
Conducción confusa: Puesto que se trata de una antigua colonia inglesa, la mayoría de los coches del país tienen el volante a la derecha. Esto no sería nada raro si, al igual que en Inglaterra, se condujera por la izquierda. Pero no es así. En 1989 el gobierno, de golpe y porrazo, decidió cambiar el sentido por el que circulaban los coches. Es decir, se conduce por la derecha con el volante también a la derecha. ¿Cómo adelantan los coches? Toda una aventura.
El thanakha: Si viajamos a Birmania, este particular maquillaje será lo que más nos sorprenda. Lo usan las mujeres y son una especie de polvos blancos que usan para decorar sus rostros. Además de significar todo un símbolo de la feminidad, sirve además como protección solar o loción para algunas heridas.
El uso de dólares: Aunque la moneda de curso legal es el Kyat, convive con el dólar estadounidense. Pueden usarse en cualquier punto del país, pero debemos tener claras algunas cosas. Tienen que estar en buen estado y haber si expedidos en los últimos cinco años. Además, siendo turistas, algunas tasas, entradas o hoteles será obligatorio pagarlas exclusivamente con dólares.
Mesas y sillas para niños: Si al salir a la calle nos encontramos con infinidad de puestos con mesas y sillas de guardería, que nadie se asuste. Los birmanos tienen la costumbre de sentarse y comer en este tipo de mesas. La verdad que, aunque parezcan incómodas, son bastante confortables una vez te acostumbras.
Un particular sistema de correo: ¿Buzones? ¿Para qué? Es dificil encontrar algún buzón en la puerta o entrada de las casas birmanas. El sistema para que cada vecino recoja su correo es mucho más sofisticado. Se trata de una cuerda o cable que sale por la ventana de cada piso y que va atada a una pinza. Es en esta pinza donde, cada mañana, el cartero deja el correo colgado.
Besos para los camareros: ¿Y si en vez de gritar “la cuenta”, le lanzásemos un beso al camarero para comunicarnos con él? Sería extraño, ¿verdad? Pues esa es exactamente una de las curiosas costumbres que tienen en Birmania. En muchos de los bares, veremos que los camareros se comunican lanzando besos, cuanto más sonoros mejor. Toda una curiosidad que conviene saber antes de viajar allí.
El longyi: Sorprende que, al igual que en Escocia, la prenda tradicional sea una especie de falda. Se trata mas bien de un pareo o sabana grande que se dobla y ata hasta la cintura. Es muy común que lo lleven también los hombres.