Cuando viajamos la cámara es, para muchos, un elemento indispensable. Con ella podemos inmortalizar momentos y sitios concretos, construyendo así los recuerdos de nuestros viajes. Sin embargo, usar la cámara como si fuera una metralleta o desaprovechar las mejores momentos del día, tal vez sean hábitos incorrectos que nos alejan de la buena fotografía. Por ello, a continuación te damos tres breves consejos para hacer un buen viaje fotográfico.
Elige bien tu destino
Hacer fotos durante un viaje requiere planificación, por lo que elegir un buen destino tiene que ser una de nuestras prioridades. A menudo gran parte del éxito de nuestra foto dependerá de la originalidad del lugar en el que la hagamos. Por ello, elegir un sitio poco turístico puede ser muy interesante. Cuanto menos turistas, y más gente autóctono y “autentica” se cuele en nuestras fotos, más original y única será nuestra imagen.
Una vez en nuestro destino es importante estudiar las rutas. Saber qué y a qué hora vamos a fotografiar. Aquí el amanecer y el anochecer juegan un papel importante. Debemos madrugar para poder trabajar con los primeros rayos del sol. Y por supuesto, estaremos también atentos al anochecer, esa “hora mágica” en la que el sol finalmente se esconde. Es en estos breves minutos cuando la iluminación y las sombras son más suaves. Según los expertos, el mejor momento del día tanto para grabar como para hacer fotografías.
Evita los siguientes errores típicos
-No acercarse lo suficiente: No debemos tener vergüenza ni miedo (¡a no ser que estemos en un safari!) de acercarnos a nuestro objetivo. Si se trata de gente, debemos intentar dejar las vergüenzas a un lado, interaccionar con ellos y siempre pedir permiso respetuosamente. En la mayoría de lugares, los lugareños se prestan a hacerse fotos.
-Llevar demasiado equipo: Existen personas que se obsesionan por tener en cada uno de sus viajes el objetivo adecuado para el momento más oportuno. Sin embargo, el cargar nuestra mochila de trastos lo único que hará es agotarnos, ya que cuando el momento de la foto esté ante nosotros, no tendremos más que un momento para actuar y puede que ya no haya tiempo de cambiar ningún objetivo.
-No te olvides de comunicar: A menudo, sobre todo gracias a la digitalización de las cámaras, tendemos a hacer un sinfín de fotos. Usamos la cámara cual metralleta como si la vida nos fuera en ello. A la vuelta tendremos 32 gigas de fotos y la criba nos llevará horas. Las fotos hay que pensarlas y meditarlas, cada una ha de tener su sentido e intentar comunicar algo con ella. Busca esa mirada, esa sonrisa o gesto que realmente dé un sentido a la foto.
Cambia el chip, ¡hemos venido a hacer fotos!
Una cosa es estar de vacaciones con los amigos o la familia y hacer algunas fotos para recordar el momento. Sin embargo, la fotografía de viajes obedece a una dedicación mayor. Como ya hemos dicho, planear el viaje es una de las claves. Infórmate antes de salir sobre lugares, horas del días y mejores épocas del año. Webs como flickr están llenas de entusiastas que ofrecen información de este tipo. Una vez hecho esto ya puedes viajar y empezar a hacer fotos desde el primer momento. Desde el avión, no pierdas ni un segundo, aprieta el botón.
*Y por último, recuerda, haz copias de seguridad. Todo tu trabajo está en una tarjeta que podría fallar o perderse, así que nunca está demás ser precavido.