La mejor ruta para conocer los moais en la Isla de Pascua

La Isla de Pascua, conocida también como la isla de los moais o Rapa Nui, es un destino de gran atractivo, así como un fenómeno cultural único. Ubicada en medio del Pacífico Sur, la Isla de Pascua es el territorio más poblado de Chile Insular. Pese a su distancia con el resto del continente, este mágico lugar se ha convertido en uno de los puntos de mayor atractivo a nivel mundial. ¿Quieres descubrir los moais en la Isla de Pascua? Club Marco Polo te garantiza a un viaje que jamás olvidarás. 

¿Qué son los moais en la Isla de Pascua?

Rapa Nui está culturalmente vinculada a Polinesia, lugar desde el que llegaron los primeros pobladores de la isla quienes, totalmente aislados, hicieron florecer una cultura fascinante. La Isla de Pascua es legendaria, magnética, misteriosa y fascinante, pero si algo caracteriza a este lugar son sus inquietantes moais, la máxima expresión del arte escultórico rapanui. 

Los moais de Rapa Nui son estatuas monolíticas talladas en toba volcánica, para las que los habitantes de la isla tomaron de inspiración el rostro de sus antepasados. Algunas de estas colosales figuras llegan a alcanzar los 20 metros y su peso supera las 80 toneladas. La manera en que trasladaron los habitantes de la isla estas inmensas piedras desde la cantera en que se labraron hasta su emplazamiento final sin la ayuda de herramientas ni de animales de tiro, sigue siendo todo un misterio. 

La arquitectura monumental de Rapa Nui es producto de un modelo generosamente difundido en la Polinesia, especialmente, en las islas Marquesas, Raivava´e y Tahití, donde se hallan esculturas pétreas que parecen ser los prototipos de los moais de la Isla de Pascua. Cerca de 900 moais aún pueblan Rapa Nui. 

La mejor ruta para conocer los moais en la Isla de Pascua

¿Quieres saber cómo recorrer estos 165 km de tierra en mitad del Pacífico? Te proponemos una preciosa ruta por la Isla de Pascua hasta sus impresionantes moais. Para llegar hasta Rapa Nui tienes que coger un vuelo desde Santiago de Chile. También existen cruceros que, en su ruta por la Polinesia, se desvían hasta la Isla de Pascua. Otra opción, más complicada, pero no imposible es viajar en barco con la armada de Chile. Es un viaje largo de 6 días, aunque bastante económico. 

Una vez en el puerto de Hanga Roa, encontrarás alojamiento, restaurantes, supermercados, etc. No olvides que estás en una isla pequeña, por lo que algunos optan por realizar la ruta de los moais en bicicleta, moto o en un vehículo alquilado. Esta ruta recorre la costa atravesando ruinas y moais a lo largo de Ahu Tongariki, el volcán Rano Raraku, considerada como la carretera de los moais, la playa de Anakena, pasando por Ahu Aikivi, el único lugar con moais orientados al mar, hasta llegar a Terevaka a 510 metros de altura. 

En total esta ruta a los moais de la Isla de Pascua tiene una duración de unas 3 horas de ida y vuelta. 

El moai más grande de la Isla de Pascua ¡No te lo puedes perder!

Cuando uno se presenta ante casi un millar de gigantescos moais es imposible no preguntarse cuál de estas figuras monolíticas es la más grande. Si en tu visita a Rapa Nui no quieres perderte al rey de los moais, entonces tienes que buscar a Te Tokanga en la base del volcán Rano Raraku. Curiosamente, este moai de 21 metros nunca fue terminado, por lo que sigue anclado en su roca de origen. Para sacarlo de ahí habría que mover más de 200 toneladas. 

El segundo puesto en cuanto a tamaño lo tiene el moai Piro Piro. Una figura de 11 metros enterrada, de la cual únicamente sobresale la cabeza que por sí sola ya mide 4 metros. Su tamaño total sí lo convierte en el moai más grande de los moais finalizados. 

Finalmente, no podemos dejar de mencionar al moai Paro. Una escultura de piedra que supera los 9 metros de altura y las 80 toneladas de peso. Este moai es el más grande de los trasladados a un ahu (centro ceremonial) y a pesar de que hoy se encuentra en el suelo, algún día estuvo completamente de pie sobre una plataforma de ceremonias. 

Algo curioso de estas esculturas son sus ojos. Los ojos de los moais fueron construídos en color blanco, pero tenían las pupilas hechas de piedras volcánicas que podían cambiar su color. Hoy día, sólo existe un ojo original que fue encontrado en 1978 y trasladado al Museo Antropológico de Hanga Roa. El resto se cree que desapareció por la crisis de los nativos a causa de la explotación de recursos naturales, la cual provocó una guerra entre tribus. 

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