Emergencia en Mali: más de 1.600 niños pueden morir de hambre si no actuamos inmediatamente
A apenas cuatro horas de vuelo de Madrid, más de 1.600 menores de cinco años podrían perder la vida en los próximos días por culpa de la desnutrición. El detonante ha sido esta vez el déficit de lluvias que ha provocado, entre otros:
– la muerte del ganado (vacas, principal medio de vida en esta región) y su depreciación
– el aumento fulgurante de los precios del forraje
– el incremento de los precios de alimentos básicos
– el retraso en el inicio de la campaña agrícola (sólo el 25% de los campos de arroz han sido sembrados)
– el desplazamiento de los pastores hacia el sur, para acabar hacinados en torno a las ciudades de Gao y Ansongo
Todo esto ha provocado un deterioro rapidísimo del estado nutricional de la población más vulnerable: los menores de cinco años. La desnutrición aguda global afecta en estos momentos al 16% de los niños y la severa, el estadio más grave, a casi el 1%. Hay que contar también con las consecuencias a medio y largo plazo: si las semillas de arroz no germinan antes de la crecida del río, en septiembre, se reducirá significativamente la cosecha de 2009, comprometiendo las reservas de alimentos para todo el año.
Intervención de emergencia
El equipo de Acción contra el Hambre, que trabaja en la zona desde 1996, ha lanzado un llamamiento con el fin de conseguir fondos inmediatamente para:
– salvar la vida de los 1.637 niños más graves, con desnutrición aguda severa y moderada, mediante un tratamiento terapéutico de sólo 40 euros de coste
– distribuir papillas terapéuticas para su consumo a todas lo niños de la zona entre 6 y 36 meses
– distribuir raciones de protección, a base de maíz, a todas las familias con algún miembro desnutrido
“La distribución generalizada es una medida que sólo utilizamos en casos excepcionales, cuando la desnutrición aguda alcanza niveles como los que registramos ahora en la zona: la finalidad de las raciones de protección es garantizar que las familias cubran sus necesidades alimenticias básicas, y los productos del tratamiento nutricional sean administrados a los niños o niñas desnutridos en lugar de ser compartidos con los otros miembros de la familia, explica Marisa Sánchez Peinado, técnico de Nutrición de Acción contra el Hambre.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional e independiente que combate la desnutrición infantil a la vez que garantiza agua y medios de vida seguros a las poblaciones más vulnerables. Intervenimos en más de 40 países apoyando a cinco millones de personas. Nuestra visión es un mundo sin desnutrición; nuestro primer objetivo, devolver la dignidad a quienes hoy viven amenazados por el hambre.
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