La tradición mexicana del Día de los Muertos

¡Halloween se acerca! Cada año, más y más países se suman a lo que en lo orígenes era una tradicional festividad estadounidense. Los disfraces, las calabazas y los dulces salen de nuevo a las calles. A pesar de ser la celebración más extendida, alrededor del mundo hay muchas otras muy curiosas y cargadas de simbolismo. Es el caso de México, con su cada vez más reconocido Día de los Muertos, que en 2003 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. ¿Te suena? ¿Cuánto sabes sobre esta cita ineludible para todo mexicano? Sigue leyendo, porque te lo contamos todo.

¿Cuál es su origen?

Aunque se está haciendo conocida desde hace unos años, esta celebración, que tiene lugar por todo México, es anterior a la llegada de los españoles al país. El Día de los Muertos es una mezcla de tradiciones y ritos de las antiguas culturas mexicanas mayas. Entre estos pueblos prehispánicos era muy común conservar las calaveras de sus fallecidos y mostrarlos durante ceremonias en honor a la muerte y el renacimiento.

Con el paso del tiempo, los mexicanos han sabido adaptar esta mítica celebración a cada una de las etapas de la historia, pero conservando su aura espiritual y su canto a la muerte y la vida como inseparables la una de la otra.

¿En qué consiste la celebración?

Uno de los altares

La celebración del Día de los Muertos está formada por cinco aspectos muy importantes, que consiguen convertir la cita en un evento único. Las ofrendas de bienvenida a los difuntos, que se componen, sobre todo, de su comida y bebida favoritas; las velas sobre las tumbas, como forma simbólica de iluminar el camino a las almas de sus antepasados de regreso a casa; las calaveras, quizá el elemento más reconocido y extendido, ya que son el núcleo central de la fiesta y suelen ser dulces; la Catrina, una calavera creada por el artista José Guadalupe Posadas, que toma la forma de una mujer de la alta aristocracia, para representar que la muerte llega a todos, independientemente del poder o la riqueza; y, por último, el pan de muerto, un bollo cubierto de azúcar blanca o roja, que solo se come con motivo del Día de los Muertos.

La flor de cempasúchil y su peculiar color anaranjado

Además, no podemos olvidar la peculiar flor de cempasúchil, de un intenso color amarillo anaranjado, el mismo que se utiliza en México para representar a la muerte. Esto es porque se creía que el tono luminoso de sus pétalos aclaraba el camino de los difuntos. Aunque hay quienes creen que en realidad es su olor lo que guía a los ancestros. En cualquier caso, es un elemento omnipresente, endémico de México, que no falta en ningún hogar este día.

Estos coloridos objetos cargados de simbología se sitúan en la máxima representación de esta fiesta: los altares. Sobre ellos se realizan ofrendas en memoria de todos los fallecidos de la familia en las últimas generaciones, como recuerdo y muestra del amor de sus familiares que todavía habitan en la tierra.

Calaveras de azucar

Pan de muerto recién horneado

La leyenda cuenta que los muertos vuelven un día al año a la tierra para disfrutar este día con sus familiares de las cosas que más les gustaban, de ahí el tributo con sus comidas y bebidas preferidas. Y, como toda celebración, la música juega un papel muy importante. Es muy normal ver mariachis en los panteones entonando las canciones favoritas de los difuntos, o, en su lugar, un reproductor de CDs. La música juega un papel muy importante en la cultura mexicana.

¿Cuáles son las diferentes formas de celebrar el Día de los Muertos?

Como toda antigua tradición, el Día de los Muertos tiene sus propias versiones en diferentes zonas de México. En Oaxaca, por ejemplo, se come junto a los sepulcros, que previamente se han decorado con flores, mientras se habla con amigos y familiares. Tras la comida, pueden disfrutar de representaciones teatrales y exhibiciones, o pasear para contemplar las decoraciones del resto de sepulcros. Por su parte, en Mixquic, al sur de Ciudad de México, colocan una estrella en la puerta para guiar a los espíritus desde principios de octubre, limpian las casas y los sepulcros y colocan una cruz de color morado y amarillo, que simboliza la unión de la vida y la muerte.

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El Día de los Muertos y el cine

Esta curiosa y legendaria celebración ha llamado la atención también de los grandes del cine, que son, en parte, los responsables de que cada vez esté más extendida y se perfile como una de las tradiciones más curiosas y seguidas de los últimos años. Gran ejemplo es una de las últimas películas de la saga de James Bond, ‘Spectre’, que recreó en el largometraje un ficticio desfile por el Día de los Muertos. Desde 2015, año de estreno, las autoridades mexicanas no han perdido la oportunidad de llevar a cabo dicho acto, que se ha convertido en un éxito entre locales y visitantes. Sin duda, un gran escaparate para mostrar al mundo una de las tradiciones mexicanas más simbólicas, sentidas e importantes.

Aunque si tuviéramos que elegir, la gran película que ha dado reconocimiento a esta festividad mexicana, sin duda, sería Coco, el último éxito de Disney. El largometraje animado, que cuenta la historia de un niño que viaja al más allá durante el Día de los Muertos, es una prueba más de cómo el cine se inspira en las distintas formas de vivir alrededor del mundo para sus historias.