Las cataratas del Niágara ¡congeladas!
Las cataratas del Niágara son un pequeño grupo de grandes cascadas situadas en el río Niágara en la zona oriental de América del Norte, en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá. Con una altura aproximada de 236 metros sobre el nivel del mar, comprenden tres cataratas: Las «cataratas canadienses» (Ontario), las «lupas americanas» (Nueva York) y las más pequeñas, las «cataratas Velo de Novia».
Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias, y son las más voluminosas de América del Norte, por pasar por ellas toda el agua de los Grandes Lagos.
En 1911, en pleno mes de Febrero se produjo un caso insólito: una ola de frío de grandes dimensiones congeló las cataratas, llegando, los más osados a cruzar a pie las congeladas aguas del Niágara, grabando un momento histórico. La gente salió a la calle para verlas. Nadie se podía resistir a la maravillosa sensación que hubo de ser el poder caminar sobre ellas aún con el riesgo que ello conlleva.
A lo largo de su historia, muchos han sido los osados que han desafiado a la fuerza de sus aguas. Annie Taylor, fue la primera en conquistar las cataratas en un barril. Con ello esperaba la fama y la fortuna, la primera la obtuvo pero murió en la pobreza.
Multitud de imitadores sucumbieron ante la idea de Annie, alguno de ellos como Inglés Charles G. Stephens que se lanzó en su barril de madera con un yunque de lastre atado a éste. Lo único que quedo fue uno de sus brazos pegado al barril.
A medida que pasaba el tiempo las ideas eran más sotisficadas, como era el caso de Karel Saucek quien ingenió un barril más acorde para el momento, el 3 de Julio de 1984 se lanzó a su particular reto con el Niagara. Con algunas heridas sobrevivió a la caida. Murió ese mismo año al intentar realizar una caida sobre una cisterna de agua.
El último osado hasta la fecha fue Kirk Jones Cantón, que el 22 de Octubre de 2003, se lanzó tan sólo llevando la ropa a la espalda, milagrosamente se s
alvó, incluso llevó una cámara para inmortalizar el momento.
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