El misterio del Lago Natrón

Hoy nos trasladamos a África para descubrir uno de los lugares más impactantes de Tanzania: el lago Natrón. Se trata de uno de los paisajes más inhóspitos del continente gracias a sus aguas teñidas de rojo y la leyenda de que los animales mueren petrificados en ellas. Muy cercano al volcán Ol Doinyo Lengai -”La Montaña de Dios”-, es una de las fronteras naturales entre Kenia y Tanzania. Cada vez más viajeros se atreven a acercarse, por eso, queremos contaros más detalles sobre este sorprendente lago. ¡Sigue leyendo!

El lago Natron ocupa su lugar al norte de Tanzania, concretamente sobre el Gran Valle del Rift, una de las fronteras con Kenia. Su superficie de unos 800 kilómetros cuadrados está llena de agua salada que se encuentra a temperaturas de hasta 60ºC. Debido a su cercanía con el volcán Ol Doinyo Lengai, su agua cuenta con numerosos compuestos químicos, como las cianobacterias, responsables del color rojo. Además, presenta alto contenido en sal y carbonato de sodio, que surge de los géiseres y decora la superficie del agua formando espirales blancas.

Este sorprendente emplazamiento es y ha sido foco de numerosas leyendas y supersticiones, ya que recibe su nombre de la misma sustancia con la que secaban las momias en el antiguo Egipto. El baño es letal debido a su elevada temperatura y su PH alcalino de entre 9 y 10,5; por ello, sólo sobreviven en estas aguas las algas que le dan su potente color rojo.

Encontramos en el paisaje del lago Natrón uno de los más sorprendentes, originales y vírgenes de África, en el que viven todavía con sus tradicionales costumbres los Masai, sin influencia de las culturas modernas. Además, los amantes de las aves descubrirán un ambiente único para su observación. En la zona también se pueden visitar las cascadas de Ngaresero o, los más animados, pueden incluso subir al volcán.

El lago Natrón ha ido ganando fama gracias a uno de los reportajes fotográficos más llamativos y controvertidos de los últimos años, obra del fotógrafo Nick Brandt. El autor inglés consiguió retratar alguno de los animales que murieron y quedaron petrificados en las inmediaciones del lago. Cabe destacar, tal y como reconoció su protagonista, que los animales están colocados por él mismo en sus diferentes posturas, con el objetivo de darle cierto dramatismo.