El Pilar Katskhi: el hogar a 40 metros de altura de un monje de Georgia

Entre Europa del Este y Asia Occidental, junto al mar Negro y el mar Caspio, situamos la cordillera del Cáucaso, en Georgia, donde se encuentra uno de los lugares más curiosos del mundo, localizado entre mágicos valles y un paisaje deslumbrante, el Pilar Katskhi. Georgia es uno de los países más desconocidos del continente euroasiático, pero en su interior guarda secretos y anécdotas como la que hoy nos ocupa: la historia del monje solitario, Maxime Qavtaradze.

Su trabajo no se aleja demasiado de la labor del resto de monjes del mundo: repasa las sagradas escrituras, reza varias veces al día, cuida de las imágenes religiosas de su templo… Su peculiaridad radica en el lugar en el que se sitúa su zona de culto: una pequeña iglesia de piedra, que sobresale 40 metros por encima del bosque de Chiatura, en lo que se conoce como el Pilar Katskhi. Su casa se encuentra justo al lado de la iglesia, por lo que no es de extrañar que se le conozca como “el monje solitario”. A pesar del sobrenombre, él asegura encontrarse muy a gusto con la situación y acompañado en su interior. Este peculiar estilo de vida le ha valido al religioso para convertirse en el monje más famoso de Georgia.

La iglesia que cuida es interesante ya desde su construcción, puesto que es un completo enigma. Nadie sabe cuándo y, sobre todo, cómo ha llegado hasta esa gran roca de 40 metros de altura. Las estimaciones y los estudios creen que fue instalada entre los siglos IX y X, aunque no existe ninguna certeza. Se trata de un santuario basado en la fe católica ortodoxa, que en las últimas dos décadas ha sido guiada por Maxime, el monje solitario.

Orar y mantener su fe es fácil con el “trabajo” tan cerca de casa; lo que se vuelve más complicado son las tareas, obligaciones o necesidades del día a día. Comer, por ejemplo, se convierte en una aventura que obliga al protagonista de esta historia a descender por una escalera de metal de 40 metros o a utilizar el sistema de poleas que se ha instalado. Este mismo, también le sirve para cargar cajas de gran volumen con medicinas o ropa.

A este tipo de monjes, alejados de la sociedad que viven en las alturas, se les conoce como Estilitas. Su penitencia, además de la soledad, es habitar en plataformas a gran distancia del suelo hasta su muerte. Sin embargo, el caso de Maxime es diferente, ya que él llegó al Pilar Katskhi tras una vida “de excesos”, como él mismo confesó. Tras su estancia en la cárcel, desde 1993, decidió dar un giro de 180º a su vida y abrazó los votos eclesiásticos. A partir de ahí, se dedicó a reconstruir el monasterio, la capilla y la ermita de su nuevo hogar a 40 metros.

Todavía no está acostumbrado a recibir gran número de visitantes, pero cada vez son más quienes desean descubrir este recóndito pero interesante lugar georgiano rodeado de naturaleza y alejado del mundanal ruido de la ciudad. Aunque esta potencial atracción turística tiene las visitas bastante restringidas. Maxime acepta a hombres que deseen reconducir su vida a través de la oración, como ocurrió en su caso; sin embargo, no permite a ninguna mujer que llegue a su iglesia.

A pesar de la restricción de paso, el lugar bien merece el desplazamiento por el interior de Georgia para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.