Primera etapa de la ruta de la seda: Italia
Como ya presentamos en el post anterior, vamos a recorrernos la ruta de la seda comenzando en Italia. Normalmente, en Italia era donde acababa la ruta de la seda, ya que en Roma y en Venecia era donde se vendía la mayoría de la seda y de los productos orientales. Estos productos eran principalmente adquiridos por los patricios y emperadores como Marco Aurelio y posteriormente por los mercaderes venecianos.
En este caso, nuestra ruta comenzara en Venecia y pasando por Florencia y Roma llegaremos hasta Nápoles, donde cogeremos un barco para trasladarnos al punto de partida de la segunda etapa de la ruta de la seda.
Primera Semana
Venecia
Venecia es una ciudad que no necesita presentación. Es una de esas ciudades que hay que visitar antes de morir o antes de que se hunda. Venecia exhibe su belleza en cada esquina, canal y plaza. La ciudad entera está llena de esculturas, pinturas, palacios y mosaicos, cada cual mas increíble que el anterior. Los indispensables en esta maravillosa ciudad los conocemos todos, el palacio Ducal, el puente Rialto, la plaza San Marcos etc. Pero lo mejor que cualquiera puede hacer en Venecia es perderse y encontrar cosas como la peculiar librería acqua alta o la biblioteca de indiana Jones en el campo de San Barnaba. Y es que la ciudad entera es un derroche de maravillas.
Florencia
De Venecia vamos a Florencia en tren de alta velocidad. Florencia, tan pequeña, con calles medievales que te transportan y con tantos, museos, estatuas, palacios e iglesias para ver.
Lo más impresionante en mi opinión el Duomo. No soy una persona muy viajada y esa colosal construcción me hizo sentirme una hormiguita. Además, es preciosa hecha entera de mármol verde blanco y rojo con su increíble cúpula y todos los detalles de la fachada y justo en frente en el baptisterio las maravillosas «Puertas del Paraíso».
Por supuesto, además del Duomo y del baptisterio tampoco os podéis perder el ponte Vecchio con sus artistas callejeros ambientándolo, la Piazza della Signoria, el Palazzo Vecchio o las famosas galerías Uffizi y de la academia. Por último, si os sentís saturados de tanta cultura os recomendamos el jardín de Boboli o subir al mirador la plaza de Miguel Ángel.
Roma
La «Ciudad Eterna», por ella no pasa el tiempo. Sus monumentos y restos arqueológicos o simplemente pasear por algunas calles de la ciudad, te transportan a otra época. Gritos de Gladiadores luchando hasta la muerte en el imponente coliseo, cuadrigas con caballos pura sangre corriendo por el circo máximo, o pensadores hablando sobre la democracia, ecos del pasado que reviven en esta ciudad. Otra ciudad que hay que visitar antes de morir y en pareja porque no, ya que es la segunda ciudad más romántica del mundo después de París.
Nápoles
Esta ciudad italiana no es tan conocida ni visitada como las ya presentadas en esta ruta, sin embargo, es una de las ciudades más bonitas y artísticas del mediterráneo. Al igual que Roma o Florencia, también está llena de cultura, yacimientos arqueológicos y huellas del pasado que se pueden visitar. Es una ciudad vibrante y autentica llena de músicos callejeros, tiendas, terrazas y ambiente. En cuanto a las visitas imprescindibles, serian vía Toledo, el barrio español, el centro histórico con iglesias y basílicas, la estación de Toledo, Vía de la Memorie, Palazzo Donnanna y por supuesto el impresionante Vesubio.
En Nápoles nos despediremos de la preciosa Italia con el precioso caos sureño de Nápoles y de su increíble gastronomía y partiremos en barco a la ciudad de inicio de nuestra siguiente etapa de la ruta de la seda.
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