Reportajes Club Marco Polo 2009: tercer premio
Presentamos el tercer premio de reportajes del pasado año 2009 que nos envió Esther Pérez
Viajar a la India
Tu viaje a la India comienza cuando decides visitar este lejano y desconocido lugar. Entonces, empiezas a leer, escuchar y conocer multitud de opiniones y experiencias tan opuestas que te hacen dudar: ¿me gustará?, ¿Me llevaré un buen recuerdo? ¿Será una dura experiencia? Sea como sea, una vez decidido…ya nada volverá a ser igual. Habrás marcado un antes y un después en tu vida de viajero. Y créeme, no te dejará indiferente.
El que te enamores del lugar, de la gente, de su vida…o bien te agobies, te incomodes, te lamentes… dependerá de tu capacidad para olvidarte de quién eres, de dónde vienes y cuánto tienes, y de transformarte en otra persona que no viaja sólo para “ver” la India, sino para “vivirla”. Déjate llevar. Déjate sentir como uno más…intégrate en sus vidas, costumbres, en su forma de pensar, su religión, sus valores…interactúa con sus fiestas, celebraciones, su día a día… y olvida los prejuicios y materialismos, nuestra forma de vivir, incluso de ser.
Sólo así disfrutarás de los verdaderos encantos que esconde, y serás un gran afortunado entre aquellos que viajan sólo observando, y que nunca descubrirán esa riqueza de la India.
Es difícil resumir en pocas líneas esta experiencia, pero para hacerse una ligera idea…imagina que haces un viaje al pasado.
Donde los coches no tienen cinturones de seguridad, ¡ni retrovisores! Donde los autobuses rurales llevan “plazas al aire libre” encima. El transporte de cargas más eficiente son elefantes y camellos. Y donde las calles son todo estímulos para los sentidos: sorprende el colorido de su ropa, el contraste de olores, el ruido caótico del tráfico, la vaca, siempre acompañándote en todo escenario, impasible e inconsciente del peligro que le rodea, querida y respetada… a la que echarás de menos cuando regreses.
Donde el transporte público por excelencia es una especie de moto con capota conducida por el más competente de los taxistas, ¡toda una experiencia emocionante comparable a una montaña rusa!
Pero no eres alguien que pasa desapercibido. Te hacen sentir un visitante especial. Curiosos te observan, te admiran, se acercan y hacen su propio viaje contigo intercambiando ese afán por conocer lo desconocido…
CONTRASTES. Conviven el lujo, la riqueza, las clases altas…con la más absoluta de las pobrezas. Pero también la más humilde y digna. Admirable. Especialmente cuando te avergüenzas de haber sentido inseguridad, por tener el mismo miedo que si en tu ciudad paseas por un barrio marginal en la noche…Prejuicios. Y sientes la mayor admiración cuando los conoces. Su forma de ganarse la vida, capaces de aprender seis idiomas “de oídas” que los hermanos se van enseñando, para comerciar con manualidades que hacen al salir del colegio.
El KHARMA… su filosofía de vida. Todas las buenas acciones que hagas en esta vida serán compensadas en la siguiente. Por eso nunca serás objeto de robo o delincuencia…y todo lo que “justificamos” en nuestro mundo a quien vive en las peores condiciones. Fieles a sus dioses, a los que adoran y agradecen cada día su existencia, lo festejan con multitudinarias ceremonias, cantos, alegría, diversión…FELICIDAD. No cabe la compasión, la pena…sino la admiración.
AMISTAD. Sentimiento especial en el que te envuelven los niños. Risueños, divertidos… Inocentes, pero pícaros. Que en el papel que les ha tocado de tener que ser adultos juegan a ser niños contigo…y te roban un cariño que descubres poder dar a alguien en pocos minutos.
MAGIA. Paisajes de ensueño donde se respira paz y tranquilidad… monumentos espectaculares que te dejan sin palabras por no haber pensado que un lugar así pueda existir en algún sitio del mundo…
GRATITUD. Descubres el valor de una sonrisa… de una mirada de agradecimiento, de un gesto de cariño… detalles que pasan desapercibidos en nuestro día a día, y aquí descubres como puede cambiar tu estado de ánimo en un segundo, y aprendes a corresponder con ello…y observas la gratitud que provocas en los demás. Te das cuenta que en realidad es lo único que todos tenemos, ya seas más favorecido o menos, te haya tocado una vida mejor, o peor…siempre puedes alcanzar esa felicidad por encima incluso del que tiene toda la riqueza…que desgraciadamente, es a lo que aspiramos hoy en día…olvidándonos de si somos felices con ello. Aprendes a valorar realmente lo que tienes y la importancia de esta felicidad, más allá de lo material…
Y cuando regresas a tu país, a tu ciudad, a casa….ya nada es igual, porque algo ha cambiado, y es que, sin duda….eres mejor persona que cuando te fuiste… y si algo o alguien es capaz de conseguir algo así en tan sólo 10 días….¿¿no es acaso una experiencia impresionante??
Sin lugar a dudas….MERECE LA PENA.
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