Rincones casi desconocidos

Parece casi imposible, pero en el mundo todavía quedan rincones casi desconocidos para la mayoría de viajeros. Solo los más intrépidos, acompañados por la buena suerte, han llegado a los lugares más remotos y poco transitados del globo. Por suerte, nosotros los tenemos localizados y los queremos compartir contigo en esta lista de “Lugares casi desconocidos”. ¿Quieres huir de las masas de turistas, disfrutar de la esencia más especial de tus aventuras y conocer sitios asombrosos? ¡Sigue leyendo!

Caño Cristales o El río de los cinco colores, Colombia

Se trata de uno de los espacios naturales más sorprendentes del mundo, pero, a la vez, más desconocido para los visitantes. Su nombre oficial es Caño Cristales, pero se conoce popularmente como El río de los cinco colores, por motivos que se hacen más que evidentes a la llegada. Sus cinco tonalidades -amarillo, azul, verde, negro y rojo- consiguen que el agua se tiña de un arco iris de lo más brillante. Una maravilla visual gracias a las algas que habitan en el río y que proceden de tres ecosistemas diferentes: la cordillera de los Andes, los Llanos Orientales y la Selva Amazónica. Tendrás que viajar a Colombia para disfrutar de esta belleza.

Little Petra, Jordania

A unos 15 kilómetros de Petra, la que todos conocemos o en persona o por fotografía, existe otra Petra bastante más pequeña, cuyo nombre original es Al Beidha. Se trata de un antiguo refugio de los nabateos que llegaban a Jordania con sus caravanas, que se mantiene escondido en medio de las montañas. No hay duda de que todo viaje a Jordania que se precie debe incluir una visita a la Ciudad Perdida de Petra, pero, si tienes tiempo, merece la pena pasar también por aquí; ya que encontrarás un rincón con mucha historia, pero mucho más tranquilo. Casi no llega el turismo, así que podrás disfrutar de su pequeño desfiladero y sus tumbas nabateas talladas en roca sin estar rodeado de flashes. Puede parecer un poco abandonado, sobre todo si te acercas tras conocer la Petra real, pero en seguida caerás a su encanto.

Palacio Jag Niwas ó “Palacio del Lago”. Udaipur, Rajasthan

Digamos que no se trata de un lugar “secreto, secreto”, ya que el Palacio de Jag Niwas fue reconvertido en un hotel de más de 80 habitaciones hace años. No obstante, no mucha gente sabe que esconde un mirador de lo más romántico, al que solo se puede acceder en una pequeña barca, y que es uno de los mejores puntos de la ciudad para disfrutar de la puesta de sol. Desde allí, podrás contemplar el lago y la orilla de la ciudad desde una perspectiva única.

Mirador en Monkey Island. Halong Bay, Vietnam

Sin duda, Halong Bay es el punto más visitado de Vietnam. Sus aguas color esmeralda, resguardadas por sus islas de piedra caliza y los barcos omnipresentes de mayor o menor tamaño consiguen una vista única. Aunque parezca increíble, todavía quedan algunos rincones en Halong Bay que no son tan conocidos, como es el caso del punto más alto de Monkey Island; o la oportunidad de descubrir este lugar como muy poca gente ha sido capaz. El acceso no está señalizado y la subida no resulta sencilla, pero con el calzado adecuado y ganas podrás. Es poco recomendable comenzar la subida con sandalias, ya que por el camino encontrarás rocas afiladas y terreno poco estable. Eso sí, al llegar al punto más alto, todos los problemas que hayas encontrado por el camino se irán con la brisa y disfrutarás de una vista casi mágica.

Cascada La Ventiadora. San Cipriano, Colombia

En la región selvática del Valle del Cauca, en Colombia, cerca de San Cipriano, se encuentra la Cascada La Ventiadora, en los terrenos de una comunidad afroamericana. La única forma de llegar es subirse a lo que en ese mismo poblado se conoce como “brujita”; es decir, un carro con ruedas tirado por una motocicleta, que circula por unas vías de tren. Como podéis imaginar, ya desde antes de la llegada a la propia cascada, la experiencia resulta curiosa y gratificante. ¡Cuidado! No se trata de un lugar de fácil acceso o de localización intuitiva; muchos viajeros se han perdido intentando encontrarla. Lo mejor es optar con un guía local, que te dejará sano y salvo en este rincón tan especial. Una vez allí, puedes bañarte en el río, descender por la cascada o explorar los alrededores.

Valle de la Luna. San Pedro de Atacama, Chile

También conocido como el Valle de la Muerte, se trata una zona que se encuentra en San Pedro de Atacama, en Chile. Encontramos un lugar en el que el desierto se funde con la cordillera de Los Andes y crear formas únicas de arena y piedra, en un escenario que parece que recuerda más al paisaje lunar que al terrestre. Te sorprenderás con su diversidad de colores y formas y, sobre todo si el atardecer te pilla allí, te enamorará. Es cierto que no es precisamente desconocido, pero todavía se mantiene a salvo de grandes caravanas de turistas.

La ciudad perdida de El mirador. Guatemala

Entre las fronteras de Guatemala se acumulan grandes dosis de historia del mundo, cultura, tradiciones y lugares todavía poco explorados para los viajeros, como la ciudad perdida de El Mirador. Se trata de una de las ciudades más importantes del extinto imperio maya y, a pesar de ello, una de las menos visitadas. El motivo puede ser su difícil acceso: una caminata de unos 100 kilómetros por plena selva. Eso sí, la llegada merece la pena, ya que nos encontraremos con un lugar de los más especial y lleno de energía de otros tiempos. Pocas personas han llegado a disfrutar de la cima de La Danta, la pirámide más alta de América.  

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