El Río Subterráneo de Puerto Princesa, Filipinas
Esta semana, tras descubrir el lago Natrón, seguimos conociendo lugares increíbles. En este caso, viajamos hasta Filipinas para conocer una nueva maravilla natural, uno de los seis lugares filipinos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el río subterráneo de Puerto Princesa. Si quieres descubrir uno de los atractivos más sorprendentes de Filipinas, ¡sigue leyendo! Estamos seguros de que te atrapará.
En la isla de Palawan, la quinta más grande de Filipinas, encontramos kilómetros de selva virgen y espectaculares montañas. Naturaleza y más naturaleza hasta donde se pierde la vista. Entre toda esa gran capa verde, se esconde uno de los paisajes más sorprendentes y fuera de lo común que conoceréis en el país: el río subterráneo navegable más largo del mundo, con ocho kilómetros de agua que te llevarán a disfrutar de cuevas y formaciones rocosas únicas en el mundo.
La entrada al río resulta poco evidente, ya que se encuentra oculta a los pies de un acantilado medio sumergido en un lago de agua salada que entra directamente del mar. A pesar de sus ocho kilómetros, solo uno y medio de ellos es navegable; lo que son 45 minutos de recorrido en barca cruzando estrechos pasadizos, grandes cámaras de decenas de metros de altura, pequeños arroyos… Toda una experiencia geológica apasionante.
¿Cómo puedo visitar el río subterráneo?
La travesía es larga, pero merece la pena. Para empezar, debes llegar a la localidad de Sabang, una pequeña ciudad a unos 40 kilómetros al norte de Puerto Princesa. Una vez allí, la mejor opción es coger el barco que te llevará a recorrer la costa hasta una bahía cercana a la entrada del río. También puedes seguir en esta parte de la ruta a pie unas cinco kilómetros, pero las vistas desde el barco son tan cautivadoras que merece la pena. Desde la bahía, tras un pequeño paseo, llegarás a otra barquita que te adentrará en los misterios del río subterráneo por el interior del túnel.
A partir de este momento, comienza una experiencia única. La aventura te ha traído hasta aquí y debes vivirla a tope. El camino solo lo iluminarán varias antorchas que te mostrarán las partes más fascinantes de esta maravilla: estalagmitas con silueta de persona, cavernas enormes, formaciones rocosas únicas en las paredes… Sin olvidarnos de los murciélagos que habitan el lugar.
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